7 datos que todo católico debe saber sobre San Agustín de Hipona
El 28 de agosto se celebra la fiesta de San Agustín de Hipona, quien, antes de convertirse en obispo, doctor y padre de la Iglesia Católica, vivió una vida alejada de la fe hasta su profunda conversión.
“¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y por de fuera te buscaba”, escribió el santo en “Confesiones”, su obra más famosa.
A continuación, compartimos siete datos para conocer más sobre la vida de San Agustín.
1. Nació en África
San Agustín nació en el año 354 en Tagaste, Numidia (hoy en día Argelia) en el seno de una familia de clase alta.
Su padre, Patricius, era pagano, aunque se convirtió al cristianismo en su lecho de muerte. Por otro lado, su madre, Santa Mónica, era cristiana y rezó durante varios años por la conversión de su esposo e hijo.
2. Llevó una vida libertina en su juventud
San Agustín experimentó lo que San Pablo llama delicadamente “pasiones juveniles” (2 Timoteo 2:22). Es decir, se entregó a una vida libertina y cometió varios pecados de impureza.
A sus 19 años, San Agustín comenzó a convivir con una mujer cuyo nombre no se conoce, ya que él mismo optó por no registrarlo, posiblemente para proteger su reputación.
La mujer no pertenecía a la clase social de Agustín y nunca se casó con ella. Sin embargo, le dio al futuro santo un hijo, al que nombraron Adeodatus (“Por Dios dado” o “Don de Dios”).
3. Perteneció a una secta
A pesar de su educación cristiana, Agustín abandonó la fe y se unió al maniqueísmo, secta gnóstica y dualista fundada en el año 200 d.C. por un hombre iraní llamado Mani.
4. Inició su conversión leyendo dos versículos de la Biblia
Cuando enseñaba retórica en Milán (Italia), con el apoyo de su madre comenzó a tener más contacto con los cristianos y la literatura cristiana.
Un día, en el verano del año 386, escuchó una voz infantil que cantaba en latín “Tolle, lege”, que significa “Toma y lee ; toma y lee”. El Santo agarró una biblia y en la página que se abrió al azar se encontró con el capítulo 13,13-14 de la carta de San Pablo a los romanos que decía:
“Nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos… revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias”.
Aplicando esto a su propia vida, Agustín inició su conversión. Fue bautizado, junto con su hijo Adeodatus, en la siguiente Vigilia Pascual.
5. Se convirtió en uno de los Padres de la Iglesia
En el año 388, Agustín junto a su madre y su hijo, se prepararon para regresar a África del Norte. Desafortunadamente, Santa Mónica sólo llegó hasta Ostia, el puerto de Roma, donde falleció. Adeodatus también falleció, pero en África.
Tras este hecho, decidió vender casi todas sus posesiones para dar su dinero a los pobres. Únicamente retuvo una casa familiar que luego transformó en un monasterio.
En el 391 fue ordenado sacerdote de la Diócesis de Hipona en Argelia y cuatro años más tarde se convirtió en el obispo coadjutor de la ciudad y luego en obispo titular.
Como obispo, San Agustín redactó numerosos escritos, que lo llevaron a ser reconocido como uno de los Padres de la Iglesia.
6. También es Doctor de la Iglesia
Junto a San Gregorio Magno, San Ambrosio y San Jerónimo, San Agustín fue uno de los cuatro doctores originales de la Iglesia. Fue proclamado doctor por el Papa Bonifacio VII en 1298.
Fue nombrado de esa forma por el valor extraordinariamente alto de sus escritos, que incluyen importantes obras teológicas, filosóficas y espirituales.
Entre sus obras más famosas están: “Las confesiones” (su autobiografía espiritual), “La ciudad de Dios”, “En la Doctrina Cristiana”, y “Manual de Fe, Esperanza y Amor”. Esta es solo una pequeña selección de lo que escribió, porque nunca dejó de escribir.
7. Fue canonizado por clamor popular
Fue canonizado por aclamación popular, ya que la costumbre de la canonización papal aún no había surgido.
Esta noticia se publicó originalmente el 27 de agosto de 2022.